Serrano Vicente MC, Viñuales Armengol MC, Martínez Crespo A, Aguilá Villacampa MD, Rodríguez Amador MP.
Hospital San Jorge. Huesca. España.
OBJETIVOS Analizar las extravasaciones registradas por el farmacéutico de hospital de día que fueron tratadas y seguidas desde la consulta de enfermería. Plantear actuaciones de mejora para el manejo de las extravasaciones en las unidades de hospitalización.
MATERIAL Y MÉTODOS Estudio retrospectivo de las extravasaciones de citostáticos ocurridas, notificadas y/o tratadas en nuestro hospital entre junio de 2010 y marzo 2013. Se recogieron las siguientes variables: procedencia de la notificación, extravasación confirmada o sospecha, citostático implicado, cumplimiento del protocolo, síntomas post-extravasación y evolución y seguimiento.
RESULTADOS Hubo un total de 20 extravasaciones registradas, de las cuales un 90% tuvieron lugar en hospital de día y un 10% en plantas de hospitalización que solicitaron la colaboración del personal de enfermería de hospital de día para su manejo. El 65% fueron extravasaciones confirmadas «in situ» mientras que en el 35% restante se sospechó una extravasación tras la aparición de lesiones días después de la administración de citostáticos. El 50%, 15% y 35% se debió a citostáticos irritantes, vesicantes y no agresivos respectivamente. Los fármacos implicados según su incidencia fueron: derivados de platino (45%), antimetabolitos (30%), taxanos (10%), alcaloides de la vinca (5%), alquilantes (5%) y anticuerpos monoclonales (5%). En todos los casos se cumplió el protocolo del hospital. Los síntomas asociados a la extravasación fueron: eritema 60%, inflamación/edema 45%, dolor 35%, aparición de vesículas 25%, quemazón 20% e induración 10%. Un 75% de los pacientes evolucionaron favorablemente en las 48 horas posteriores a la extravasación, mientras que en el 25% restante de casos fue necesario un seguimiento desde la consulta de enfermería de hospital de día durante un tiempo mayor, que fue desde 1 mes hasta un caso en que el seguimiento fue de 5 meses. Las medidas farmacológicas adoptadas para el tratamiento de las extravasaciones en aquellas que lo requirieron fueron: tratamiento tópico (45%), antibióticos orales (15%) y analgésicos orales (15%), en 2 casos fue necesaria alguna actuación adicional (consulta a cirugía vascular y eco-doppler respectivamente).
CONCLUSIONES Las consecuencias de una extravasación dependen en gran medida de la rapidez de actuación y el conocimiento de los protocolos por parte de enfermería. Ante las dudas consultadas por las plantas ante una extravasación se decidió crear un grupo multidisciplinar (farmacia, enfermería y oncología) para revisar el protocolo de extravasación y proporcionarlo en formato póster a las unidades de hospitalización recordando los procedimientos al personal implicado en el manejo de citostáticos. La integración del farmacéutico en el equipo de hospital de día ha facilitado el desarrollo de estas iniciativas multidiciplinares.
Farm Hosp. 2013;Supl. 1:65-499
Hospital San Jorge. Huesca. España.
OBJETIVOS Analizar las extravasaciones registradas por el farmacéutico de hospital de día que fueron tratadas y seguidas desde la consulta de enfermería. Plantear actuaciones de mejora para el manejo de las extravasaciones en las unidades de hospitalización.
MATERIAL Y MÉTODOS Estudio retrospectivo de las extravasaciones de citostáticos ocurridas, notificadas y/o tratadas en nuestro hospital entre junio de 2010 y marzo 2013. Se recogieron las siguientes variables: procedencia de la notificación, extravasación confirmada o sospecha, citostático implicado, cumplimiento del protocolo, síntomas post-extravasación y evolución y seguimiento.
RESULTADOS Hubo un total de 20 extravasaciones registradas, de las cuales un 90% tuvieron lugar en hospital de día y un 10% en plantas de hospitalización que solicitaron la colaboración del personal de enfermería de hospital de día para su manejo. El 65% fueron extravasaciones confirmadas «in situ» mientras que en el 35% restante se sospechó una extravasación tras la aparición de lesiones días después de la administración de citostáticos. El 50%, 15% y 35% se debió a citostáticos irritantes, vesicantes y no agresivos respectivamente. Los fármacos implicados según su incidencia fueron: derivados de platino (45%), antimetabolitos (30%), taxanos (10%), alcaloides de la vinca (5%), alquilantes (5%) y anticuerpos monoclonales (5%). En todos los casos se cumplió el protocolo del hospital. Los síntomas asociados a la extravasación fueron: eritema 60%, inflamación/edema 45%, dolor 35%, aparición de vesículas 25%, quemazón 20% e induración 10%. Un 75% de los pacientes evolucionaron favorablemente en las 48 horas posteriores a la extravasación, mientras que en el 25% restante de casos fue necesario un seguimiento desde la consulta de enfermería de hospital de día durante un tiempo mayor, que fue desde 1 mes hasta un caso en que el seguimiento fue de 5 meses. Las medidas farmacológicas adoptadas para el tratamiento de las extravasaciones en aquellas que lo requirieron fueron: tratamiento tópico (45%), antibióticos orales (15%) y analgésicos orales (15%), en 2 casos fue necesaria alguna actuación adicional (consulta a cirugía vascular y eco-doppler respectivamente).
CONCLUSIONES Las consecuencias de una extravasación dependen en gran medida de la rapidez de actuación y el conocimiento de los protocolos por parte de enfermería. Ante las dudas consultadas por las plantas ante una extravasación se decidió crear un grupo multidisciplinar (farmacia, enfermería y oncología) para revisar el protocolo de extravasación y proporcionarlo en formato póster a las unidades de hospitalización recordando los procedimientos al personal implicado en el manejo de citostáticos. La integración del farmacéutico en el equipo de hospital de día ha facilitado el desarrollo de estas iniciativas multidiciplinares.
Farm Hosp. 2013;Supl. 1:65-499
